El diagnóstico de la enfermedad hemorrágica del conejo (RHD) puede representar un desafío considerable para el veterinario clínico, dado que, en la mayoría de los casos, se manifiesta como muerte súbita sin la presencia de signos clínicos previos específicos. Debido a esta presentación, el diagnóstico laboratorial adquiere un papel crucial para la correcta detección del virus.